Ayer comenté en el chat de inglés, lo expectante que estaba porque me quedaban unos pocos días para salir de vacaciones, resulta que el universo me escuchó y mis vacaciones se adelantaron: me despidieron.
Sacando cuentas, esa fue la segunda relación más larga que va de mi vida adulta. Después de 13 años se había transformado en una relación tranquila, de cariño, compañía, sobre todo de estabilidad. No era perfecta, pero era muy cómoda.
Les confieso que hace unos años empecé a “mirar para el lado”. Comencé a estudiar otra carrera, y aunque lo hice sólo por el gusto de aprender, terminé atrapada en algo que acabó por enamorarme. Pienso que lo deben haber notado, mi distancia, «mis jaquecas» constantes al momento de cumplir mis labores; mi corazón estaba en otro lado. Y así, como una pareja sabia y madura, tomaron la decisión que yo no me atrevía a tomar y me dijeron adiós. Fue sorpresivo, lo admito, no lo vi venir y a pesar de lo relatado antes, tuvo su tinte de tristeza. Era el fin de una era. Fue mi tiempo y energía, fue un lugar, unas gentes, una experiencia que no voy a olvidar fácilmente. 
Ahora a lo nuevo, ¿qué vendrá?, ¿cómo será?, ¿voy a extrañar lo que fue? Beginnings are scary (siento escribir esta frase en inglés, en español simplemente no suena), pero a pesar del miedo, están llenos de sabor y eso hay que saber disfrutarlo
New beginnings my friend
Yo creo estar en una situación similar, 7 años del mismo empleador y mis ganas y entusiasmo ya están mirando para el lado hace un rato.