Pasé de creerme Diplo a ser AAA. ¿Qué es eso?

Nuestros zoom para trabajar están tan taquillas, que el jueves mientras yo dormía con el iPad prendido, se juntaron igual. Hasta 6 llegaron a ser.

Funciona y mucho. Y tiene todo que ver con el cambio de programación músical de la radio que los ha dejado marcando ocupado.

Pero así se toman las decisiones en esta radio de playa. No en una reunión editorial. Es sin focus group, ni siquiera con una sesión de brainstorming.

La verdad es que fue simplemente una tarde de Zoom de trabajo. Estábamos todos enfocados comenzando a disfrutar en serio esa sensación que solo quienes hacen bien las cosas conocen: “lo hicimos bien esta semana, pero qué agotadora estuvo”.

Siempre hay un pero.

El pero es que estabamos conectados trabajando juntos cuando pasó algo que ya había ocurrido otras veces, pero esa tarde lo escuché distinto: la música de fondo, aquella música topletera que definió mi personalidad en los últimos meses, se volvió demasiado.

No era mala. De hecho, era excelente. Era un house curado con pinzas, era el que me gustaba a mi, era el de topless.

Escuchar House todo el día tiene un precio. Hay momentos y momentos. Y Pitbull y Britney Spears remezclada -probablemente por unos Oompa Loompas en tusi- no son para trabajar en modo pro.

Mientras alguien trataba de concentrarse en planificar su semana y otra persona contaba frente a nosotros (en billetes) todo el dinero que había ganado desde que escuchaba el programa, algo en el beat comenzó a chocar. Y comenzó a chocar nada menos que en el corazón de DJ Summer House.

Era un beat demasiado alto, demasiado constante, demasiado perfecto para otra cosa.

Y ahí fue cuando entendí que la radio tenía que girar. Yo no. No yo que voy a cumplir 50 y detengo todo por una remezcla de Debbie Gibson. Esto no tiene nada que ver conmigo y en que me tengo que asumir como un adulto de 50 años.

Yo sé que lo que digo se lee poco punkie. Pero ustedes saben que en los 70, o eras punkie o eras disco. Y yo no tengo las lucas de Iggy pop para andar paseandome en la tercera edad sin polera.

Ademas que no tengo que dejar las remezclas de Debbie Gibson. No tengo que elegir entre lo uno y lo otro. Lo que sí, es que a esta edad uno tiene que asumir que no se puede tener todo «al mismo tiempo». Y cuando es tiempo de trabajar el house me estaba tocando los cojones.

La canción El House que amamos dice «Con los abuelitos vamos a bailar el house», énfasis en Bailar. No en estar sentado trabajando tan solo, que me tengo que conectar con otra gente que no conozco en persona por Zoom.

Yo que partí trabajando en radio como a los 18 porque comentaba música en la tele y trabajaba en los sellos discográficos escribiendo las biografías de los grupos desde los 16. Era una época en la que no habia internet así que las biografias esas lo eran todo. Y su papá Manson las escribia.

Así que desde chico que te conozco la industria discográfica al revés y al derecho. Yo era como Brooke Shields en Studio 54. Solo que a ella la llevaba su mamá. A mi ni siquiera.

Y me acordé de una categoría de la revista Billboard de la que siempre nos reiamos como hienas porque esa categoría era «rock para papás».

Otra época. Cuando ser Daddy no era fuckable. No como ahora que todavía se espera que lo seamos.

Como me reía de era categoría de rock. Rock suave de viejo de mierda decia mientras yo tomaba Ziprepol y bailaba en el Bar de Don  Chito, con mis amigos grandes de La Zona de Contacto.

Esa categoría que era el equivalente a los jeans de Mamá, se llamaba antes AOR.

Audult Oriented Rock. Rock Orientado a Adultos.

Hoy todo es no-normativo así que la categoría se llama Adult Alternative.

Adulto Alternativo. Dos palabras muy Manson Mckinsey.

En EE.UU, donde todo es perfecto, existen radios dedicadas a esa categoría y hay incluso un ranking de las canciones más tocadas en esas radios. El Adult Alternative Airplay o AAA.

¿Qué es el AAA?

Es una categoría que nació cuando se dieron cuenta que había una generacion que estaba buscando un sonido que los acompañe sin tratar de hacerlos sentir adolescentes ni jubilados.

El AAA, no el AOR, nació en los 90 como un formato radial para quienes habían crecido con el grunge, el britpop y el indie, pero ahora querían algo más “maduro” sin perder frescura ni innovación.

Y por maduro me refiero a que no me toque los cojones durante los pomodoros.

Era bien horrible en los 90 el AOR igual y en el 2000 también. La onda Jack Jonson. Pero hoy, uno se encuentra a bandas que suenan como My Bloody Valentine. Hay rock, folk, pop alternativo, jazz, soul.

No solo es música de excelentes bandas, sino que va dirigido a un público que quiere escuchar algo de calidad. Uno a esta edad ha aprendido -si te gusta la música- que el arte es una cosa que se respeta.

De hecho, me gusta que incluso en el nombre se te asuma como adulto. Esto es de gente con criterio formado. Adultos. Lo dice en el nombre. Nada de andar «moviendo los cachetes de la pota» y todas esas cosas que se ven tan feas.

Tuve mi momento en que dije: vamos a hacer una radio electronica. La adoro. Fui de la realeza electrónica. La Meghan Markle. Ya les dije. De grupo mas cool de la discoteca más cool. Pero, la música house que amamos los que somos del jet set tiene algo de nocturno Y acá no estamos para bailar toda la noche. Estamos para hacer la pega, para organizar la vida, para planificar. Tenemos 50.

Eso requiere un sonido distinto. De hecho si vuelven a leer las frases anteriores verán que sueno como un viejo de mierda. Pero no tiene que ser así. Puede ser cool, men.

Las bandas que uno encuentra en el AAA tienen cero nostalgia vieja y cero disfraz de juventud eterna. Son solo bandas de una calidad tan excelente que no tocan los cojones. En el House, hay harta mugre. Pero está bien porque son lolos.

A los 48, cuando uno se sienta con el cafè para partir la jornada, uno necesita algo que
acopañe. Que me deje respirar.

Ese es el alma del Adult Alternative Airplay. Ahora que estoy de este lado, del que yo me reía antes, digo con toda desfachatez: acá hay puras bandas de gente educada y resuelta por ende nadie anda cantando «killing in the name».

El AAA no es una moda, ni un capricho de la industria. Es un tono emocional.

La vibra es otra. La realidad humana no encaja tanto con el beat deliciosamente perfecto.

El AAA es una música que no te toca los cojones, pero que en ciertos momentos te levanta como ese primer rayo de luz después de una reunión insoportable. El House es más tusi. Disculpen que nombre nuevamente esta droga que no estoy en edad de probar.

El AAA es más luminoso también. Pero luminoso como son luminosas las pelìculas de Sofia Coppòla. En el AAA tu escuchas por ejemplo a Haim, que te acompañan como las señoritas que son mientras trabajas en esa planilla excel que pareciera no terminar nunca.

Otra banda que suena: Counting Crows, que cuando lanza un disco, uno se acuerda de quién fue, y también de quién es ahora.

Este formato no vende juventud, vende madurez que es lo que me falta. De hecho, madurez es entender que tambien puedo ser Dj Summer House. Pero entre nos, querer ser DJ a los 48 se ve un poco como esas mujeres que alos 48 te dicen ¡Quiero tener un hijo!

Amiga te apoyo. Pero no es lo ideal. No nos hagas pasar por esto.

Entonces ahora la radio es entera rock AAA, porque la adultez no es resignarse, ni aburrirse. Los nuevos cincuentones no damos cringe, como está frase que estoy escribiendo ahora.

¿Quiénes suenan en AAA?

No es un club cerrado ni un género rígido. Acá hay artistas consagrados como U2, pero la mayoría son bandas emergentes a las que Pepi Viera-Gallo le daria el visto bueno. Cuando yo era chico el AOR no era así.

Igual nuestra generación nacio con cueva. Carreteamos hasta las 7 de la mañana. Podíamos andar a dedo. Nos tocó el boom del cable. El celular llegó cuando teníamos el cerebro formado pero las presas firmes. Nos toco uno de los mejores booms culturales de la historia de este país, para que decir en música, y ahora que somos viejos, resulta que el rock orientado a viejos es realmente increíble.

Y nuevamente. No tenemos que renunciar al House hermana. De hecho ahora lo hace más prohibido, por ende más sucio, por ende más entrete. Lo que sí no vamos a dejar en nuestra secta es el Deep House, que fue lo que conocimos en este viaje al que los obligue a acompañarme.

Igual me preocupé cuando hicimos esos programas de rock y les pregunté donde uno podía estar al tanto de las bandas nuevas que están saliendo porque la sensibilidad rockera es importante. Son mas valiosos que los políticos. Y hemos estado escuchando últimamente mucho a estos últimos y poco a los primeros.

Y me quedo también ahí el bicho de «como vamos a saber donde hay rock». Bueno acá rock nuevo, fresco, de vanguardia, moderno, solo que no anda en los conciertos como Iggy Pop con la pichula al aire. Eso se lo tenemos que dejar a los jovenes que harto bien les haria, en vez de andar creyendo que el paper académico es la nueva guitarra electrica.

No lo es. Pero no me voy a rebajar a explicar.

El pulso del ranking AAA

Billboard publica semanalmente el ranking Adult Alternative Airplay, basado en datos de rotación en estaciones AAA en EE.UU.

Estos rankings no solo reflejan lo que suena, sino que ayudan a programadores y discográficas a entender qué está resonando en la audiencia adulta que busca algo más que hits efímeros.

Es un radar para descubrir tendencias y nutrir la programación con música relevante y auténtica. Asi que voy a estar pendiente de ese ranking y alimentar al algoritmo y ver qué recomienda. Pero ya encontramos la fuente de información. Antes me había metido a sitios como el de la NME, habia bajado la música y la habia encontrado demasiado «hagamos enojar al inspector del colegio». Asunto que, nuevamente, está bien.

Dicho lo anterior. Tambien vamos a poner pop. Porque Papá Manson descubrió el K-Pop. Pero sólo pondremos el que encaje perfecto con esta vibra.

En el reloj musical que diseñé, el rock adulto es la columna vertebral. Pero el margen está abierto.

También quiero que en algún momento vuelvan las joyas de la música disco y Aretha Franklin, pero creo que acá lo vamos a pasar bien revolviéndola un rato.

Va a ser como conocer a mucha gente nueva que al mismo tiempo es un agrado. Ya no pasa mucho

Asi que, asi con esta radio que estamos construyendo como acompañante en la vida adulta. De alguna manera todos sabemos que esta radio no es para el ocio banal ni para distraer la mente. La usamos para procrastinar, si. Pero todos sabemos que es es para acompañarte mientras cumples, mientras haces tu calendar blocking, tus pomodoros, llenas tu planner o le das nombre a la próxima idea que te impulsa. Y se mueren como trabajamos.

6 personas se sumaron a trabajar en un zoom donde el host no estaba. Asi de trabajadores somos.

La música debe estar a la altura, entender que no estás ni en la adolescencia ni en el retiro, sino en ese lugar complejo donde conviven cansancio, entusiasmo, orden y caos. Nuestro lado Manson y nuestras aspiraciones McKInsey.

Por eso elegí el Adult Alternative Airplay. Me encanta que el solo hecho de decirlo en voz alta suene a saco de hueva y provoque escosor. La elegí como música para la radio aunque se rian y nos digan que es musica amarilla.

No me queda otra que invitarlos a disfrutar y a pasarlo chancho con todas estas bandas nuevas que vamos a conocer.

¿Tienes una canción que crees que podría entrar en esta etapa? ¿Encontraste un artista que suena como si hubiera sido creado para esta comunidad?

Otro Publico es AAA como declaración de identidad en la era del ciudadano VUCA.

Adult Alternative Airplay no es solo un formato. Es una declaración contra la idea de que crecer implica perder la curiosidad o el gusto por la música inteligente y auténtica.

Es un territorio donde la madurez se expresa sin resignación.

La próxima vez que pongas la radio, busca esa señal sutil que a los Manson nos hace vibrar en otro tono. La que hizo que rayaramos con Blur por ejemplo. Ahí está ahora el AAA, esperando que lo descubramos.

Y yo, tu Jamie Oliver cultural, conserje extraordinario de conocimiento, estoy con las bandejas listas para ofrecerte lo mejor.

Además que el AAA de hoy es bien post-brit pop. Asi que les va a gustar. Y sobretodo vas a quedar como señorita culta cuando entren los pretendientes a tu casa. Escuchar en los parlantes de tu teléfono la música que te presentó tu sobrina, a los hombres de dinero no les da buena espina.

Yo cuando pienso en tus necesidades de patrón o patrona hasta en eso pienso.

Pero te tengo que decir: es hora de comprarse un parlante.